Con una vara en la diestra,
la siniestra cordelera,
yo al trote y por la pradera,
tú al galope y por la cresta.
.
Pasea, mi potra, por sendas,
pronto serás buen corcel.
Ni espolique, ni doncel:
¡no irá mi mano en tus riendas!
.
Vuela, mi estrella trotona,
con relinche alborotado
y correteo desbocado.
Vuela tu crin juguetona.
Cabalga estrella, lucero,
cabalga, que yo te quiero.
Eres sencillamente único...
ResponderEliminarPerfecto en la forma y sobre todo en el fondo, aunque decirlo ahora es fácil. ¡Ojalá nunca tengas que desdecirte! Será la mejor señal de que todo marcha según lo previsto y de acuerdo a lo que tú deseas para ella.
ResponderEliminarDonde digo ella, no digo ella, que digo la potrilla. ¡Suerte, siempre!
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